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Esta serie es otra de las que estaban pendientes de crítica y ahora que sabemos la fecha de estreno de su segunda temporada, pasamos a desempolvar la crítica. Recordemos que en noviembre de 2018, un mes después de su estreno, ya se anunció que la serie fue renovada para una segunda y tercera temporada.
Diana Bishop (Teresa Palmer), una historiadora y rebelde bruja, descubre inesperadamente un libro hechizado en la biblioteca Bodleian de Oxford. Es un manuscrito que ha permanecido escondido durante años y sólo se ha manifestado ante la voluntad de Diana Bishop. Esto causa furor e insana curiosidad entre toda la comunidad mágica que vive secretamente entre los humanos. Brujas, vampiros y demonios conforman 3 bandos opuestos a la vez que aliados por la lucha de un bien común.
Este descubrimiento obliga a Diana a confrontar su verdadera naturaleza como bruja, una condición que le fue arrebatada por un hechizo protector de sus padres. ¿Qué ocurrió en su infancia para que sus progenitores decidieran embotellar todo su grandísimo poder y la privaran del mismo? ¿Qué fue lo que verdaderamente causó la muerte de sus padres? El manual mágico oculta muchos más secretos de lo imaginable.
El poder de Diana atrae salvajemente a Matthew Clairmont (Matthew Goode), un misterioso genetista y vampiro, que a pesar de su sabiduría y su autocontrol de verdadero gentleman, no puede reprimir su instinto animal cuando Diana se le acerca. A pesar de una larga desconfianza entre brujas y vampiros, ambos formarán una alianza, dispuesta a proteger el libro y resolver los misterios que guarda, mientras que, deberán evitar toda amenaza que se le presente por parte del mundo mágico. Pax, in aeternum.
CRÍTICA DE LA SERIE EL DESCUBRIMIENTO DE LAS BRUJAS - CEC SERIES
La historia es de lo más banal y trivial del mundo mágico y adorna la verdadera razón de ser de la serie que es la tórrida y prohibida pasión entre una hermosa y poderosa bruja y un apuesto y rico vampiro. Y eso es realmente todo lo que tiene la serie.
Dentro de su rectitud inglesa pretende hacernos suspirar con ese vampiro cuyo irrefrenable deseo lo convierte en montaraz gentleman que no puede evitar la pulsión y el deseo carnal hacia lo prohibido. Vamos, lo mismo de siempre con la fórmula mágica que parece haber funcionado a la perfección pues, como hemos dicho, fue renovada por dos temporadas más al mes de su estreno.
La verdadera trama de la historia que es el erotismo de bruja, se adorna con fuegos de artificio, viajes en el tiempo, algún polvito mágico y mucha fantasía en un guion más bien chapucero y con demasiados socavones para nuestro gusto.
Con la campiña inglesa y sus colores otoñales de fondo, se genera un nudo estomacal que responde divinamente a los objetivos iniciales de la serie.
La historia entre el vampiro y la bruja, los desmañados efectos especiales y las actuaciones de cartón piedra producen vergüenza ajena. El drama se vuelve parodia pero aguantamos hasta el final de la primera temporada sabiendo que habría segunda y tercera, no por gusto.
El final es para premio y abre la puerta a otras dimensiones, viajes en el tiempo para esconderse de los malos... buf... ya estamos otra vez con lo mismo de siempre.
Nosotros la habríamos cancelado sin zozobra porque de chapuza tiene un rato largo.
